Si eres culpable de un accidente, todos los seguros cubren los daños que causes a terceros. La principal diferencia es que los seguros a terceros no cubren los daños propios. Es decir, en caso de accidente en el que seas considerado culpable, no te cubrirán los daños de tu vehículo o persona.
Sin duda alguna, el seguro a todo riesgo es siempre la mejor opción, pero los costes pueden ser elevados. Por ello vamos a intentar guiarte según el vehículo que dispongas.
Un coche de kilómetro cero es, al fin y al cabo, un coche nuevo. Por ello se recomienda siempre un seguro a todo riesgo sin franquicia. Esto se debe a que, con una póliza de estas características, en caso de siniestro, la mayoría de compañías te abonarán el valor del vehículo durante los dos primeros años.
Si eres conductor novel (menor de 25 años), este tipo de seguro te puede costar hasta un 70% más que para un conductor experimentado, pero no merece la pena aparecer como conductor ocasional si no contratar la póliza a tu nombre, ya que en caso de ser culpable de un accidente pueden abonarte sólo una parte de la indemnización o incluso hacerte abonar parte de lo que le corresponde al tercero.
A partir de los 2 años, en caso de siniestro, las concesiones aseguradoras sólo te abonarán el precio de valor del mercado (el precio que pagarías por el mismo coche en ese momento) o el precio del valor venal (el precio que pagaría un concesionario por comprarte el coche), precio que, mire como se mire, es muy inferior al valor como nuevo.
Teniendo en cuenta esto, lo mejor sería un seguro a todo riesgo con franquicia (más barata que una póliza sin franquicia) siempre y cuando seas un conductor que sufre pocos accidentes. De lo contrario podría salirte muy caro el seguro ya que por cada parte que entregues a tu compañía aseguradora, deberás abonar la franquicia.
Está claro que es estas circunstancias ya no merece la pena un seguro a todo riesgo sin franquicia, ya que el valor de mercado de tu vehículo habrá caído hasta un 40% de su valor original.
Es preferible un seguro a todo riesgo con franquicia reducida (por ejemplo, unos 200€) o un seguro a terceros ampliado que te cubra lunas, robos e incendios.
El precio de tu vehículo ya es muy bajo (aproximadamente un 25%) así que si puedes permitirte contratar un seguro a terceros ampliado es la opción más recomendable. Pero si no, a partir de este punto con un seguro a terceros que pueda cubrir la responsabilidad civil ya es suficiente.
Si aun después de leer esta guía sigues teniendo dudas respecto a que seguro contratar, contacta con nosotros y te asesoraremos para que puedas encontrar el seguro que más se adecue a tus necesidades.